viernes, 13 de marzo de 2009

Asesinado de Canalejas, Marie Jasbleydy Prieto


Un frío día de invierno cuando todo era tenebroso y oscuro, la crueldad del ser humano salió a la luz. ¡¿Cómo puede ser que no exista la piedad para un hombre encerrado en su propia cárcel mental!?. ¡Cómo puede ser ajusticiado a sangre fría con unas manos llenas de muerte y sangre!
Sangre que no tiene escrúpulos a la hora de hacer su propia justicia.
Entonces, ¿cómo funciona la justicia? Sí, la justicia funciona igual en todo el mundo, mostrando su poderío, generando miedo y frustración a las poblaciones.
Personas que no tienen otro sentido más que el de la vista, vista para ver las consecuencias de una realidad, realidad que órbita alrededor de la tierra.
Acaso, ¿la tierra ha engendrado tanta maldad? No, la tierra no es la culpable; la culpable es la propia humanidad, que ha permitido que la malicia entre en el corazón destruyendo la esencia principal de la tierra, ¡la VIDA!

Enlace:http://findesemana.libertaddigital.com/el-asesinato-de-canalejas-1276229625.html



Justicia. La justicia tiene connotaciones totalmente antagónicos según sea el subjeto el que lo pida o el quien lo ejerce. Para un pueblo sin nación, la justicia es el derecho a decidir libremente su futuro. Un pueblo oprimido por el opresor.
Y para el opresor la justicia conlleva a la desaparición de esos pueblos, de esos ciudadanas/os que piden la elección de ser libres.


Pero la ideología dominante, la ideología del opresor no tiene porque ser "de facto" justicioso. Y ante la posibilidad de dicha elección, la ideología dominante aniquila, oprime, tortura y mata, generando sangre y dolor.

Ante esa injusticia, el pueblo resiste, y no tiene otra alternativa de seguir luchando.

Saio.

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